Conectar para Crear
Desde los 8 años, mi vida ha sido un constante viaje de transformación, escapando de la rutina para sumergirme en nuevos entornos y círculos sociales. Con más de 7 escuelas, 5 ciudades y una diversidad de nacionalidades y edades, mi trayectoria ha moldeado mi personalidad de manera única hasta mis 23 años.
Esta diversidad me ha convertido en una mujer extrovertida, capaz de entablar conversaciones con cualquiera a mi lado, de escuchar con empatía y de expresarme con certeza. Convivir con personas de distintas edades, que hablan diversos idiomas y pertenecen a niveles socioeconómicos variados, me ha enseñado a apreciar el mundo, a aprender de él y a sentir gratitud por lo que tengo a mi alrededor.
Fue esta experiencia la que me llevó al fascinante mundo de la fotografía, donde conecto con personas desconocidas, construyo amistades efímeras durante las sesiones y capturo la vulnerabilidad frente a la cámara, especialmente la mía.
Veo la vida como un arte en constante evolución, un camino donde cada uno marca su propio ritmo. Algunos trotan, otros caminan, pero todos avanzamos en la misma dirección, buscando inmortalizar esos instantes efímeros en recuerdos tangibles. Todos anhelamos ser recordados, dejar una huella, ya sea a través de la familia, el talento, los viajes u otras elecciones que hacemos en nuestro camino. La fotografía se convierte así en el medio perfecto para plasmar esas imágenes no solo en la memoria, sino en un papel, capturando la esencia de nuestra vida en cada disparo.